DÍA CERO, APAGÓN
- gonzalojesuscasano
- 6 may
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Actualizado: 7 may
DÍA CERO, APAGÓN
En una de esas coincidencias (¿afortunada, funesta?) vi el primer capítulo de Día Cero el día anterior a El Apagón. Evidentemente lo vinculé con una inversión: la naturaleza imita el arte, i.e. la realidad supera la ficción.
Mi reacción, comprensible igualmente, fue no seguir con la miniserie, porque me daba yuyu: no sea que … Días después, ya más sereno (como todos) proseguí, ante todo porque lo nuestro no fue un ciberataque según la mayoría de los indicios, que anhelo caminen por ese lado en el futuro. Ayer concluí, con el último, revelador y aleccionador episodio.
¡Atención, destripe! Nuestro producto fílmico tiene como materia efectivamente un ciberataque, y los Malos (altos cargos políticos) que lo ejecutan, tienen buenas intenciones (como en el infierno), ¡glub!; concretamente buscan sacudir por las solapas a una Yanquilandia que lo precisa, por estar inerte, como un lagarto, ¡más glub!
La presidenta (sí, mujer, y negra, esto es, máxima corrección política) crea una comisión especial, dirigida por De Niro, a la que dota de poderes extraordinarios, con el objetivo de resolver la megacrisis. Ya se lo huelen Vds., casi seguro: suspensión de derechos civiles; vamos, detenciones sin acusación legítima/abogado/juicio, incluso maltrato cercano a la tortura. Ergo, se menciona el gran término: Fascismo. Es cierto que he hablado y escrito mucho contra la “inflación” sufrida por el término, pero mira por donde aquí no me parece mal usado. Por supuesto se menciona lo de pasarse por el forro la Constitución, violarla vamos. Se comprende ahora mejor lo del “yuyu”.
¡Vaya circunstancia! Consolémonos conque es televisión/cine, pero como a la naturaleza le siga dando por imitar al arte, ¡otro glub!
Como cinéfilo (teléfilo) habría pedido más a la directora en el lenguaje fílmico, tanto en seccionar/empalmar tomas (El Maestro), como en planos-secuencias con desplazamiento (De Palma), ¡pero ésa no es la cuestión! Lo es el guión, de los más sobresalientes que he “visto” en los últimos años; es para darle muchas vueltas.
Quien renuncia a su libertad (prerrogativas constitucionales) por la seguridad, no tiene derecho ni a una ni a otra – Benjamin Franklin. No me discutirán Vds. la sustancialidad del aserto/tesis; ¿a que es para recapacitar, política y moralmente?
Conjeturo que en estas jornadas planetariamente ásperas muchos paisanos sustituirían “seguridad” por “dinero” (Poderoso Caballero), y “libertad” por decencia”. ¡Medítenlo!
Sólo quiero entrar en mi casa justificado – David Edward Peckinpah (Steve Judd/Joel McCrea), podría ser considerado por otro lado (o por el mismo) el leitmotiv de George Mullen/Robert De Niro. Y desde luego de Rooster Cogburn y D. Miguel (ya están Vds. avisados de que aquí éste no es ni el alcalaíno, ni el ciclista, aunque podrían), detentadores de Valor de Ley.