EL CONTRATO Y LOS LOBOS
- gonzalojesuscasano
- 29 nov 2023
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 6 dic 2023
EL CONTRATO Y LOS LOBOS
Buen Salvaje vs. Homo homini lupus; quasi sempiterna controversia, típico tópico acerca de cómo es la naturaleza humana. Siguiendo, esquemática/resumidamente ese planteamiento voy a apuntar un par de pinceladas, o brochazos más bien, sobre el asunto; en otro momento lo retomaré con más calma y análisis …, o quizás no, depende de las circunstancias y el humor en que me encuentre.
*Rousseau: todo hombre es bueno por naturaleza, un buen salvaje, que si en muchas ocasiones se nos muestra como lo contrario se debe a la opresión y mal fario de la Sociedad; sólo ésta sería la raíz del Mal, institución pérfida y cochina, que nos ensucia a los bienintencionados mortales. Pero en el fondo tomos somos decentes, y portamos la scintilla divina; los negativistas replicarán que ese Fondo lo es tanto que nunca llegamos hasta él, y en la superficie (que es lo que cuenta) somos de armas tomar.
*Hobbes: el hombre es un lobo, una bestia salvaje, y si es rubia (Nietzsche) aún con más razón. En Hobbes hallamos una tradición inglesa, bien continuada por Hume, según la cual la motivación primordial (toma nota Freud) de los seres humanos, si no la única, es el amor a sí mismo, esto es, el puro y simple egoísmo: lo mío para mí, y lo demás a medias, la ley del embudo como decía mi difunta madre. Ésa sería la Realidad social, y existencial.
Seguro que Vds. habrán oído miles de millones de veces (como observan no me agrada exagerar) eso de: no te fíes de nadie, ni de tu padre; la gente sólo piensa en sí misma; hasta tu sombra es malvada; si crees que tus semejantes son probos es un tipo ingenuo, o mal informado, o simplemente ¡eres más tonto que Abundio! Desde luego Vds. (y yo) se habrán encontrado inmiscuidos en intercambios de este tipo, entre copazo y copazo, tras una buena jamada: arreglando el mundo (social) entre lingotazo y lingotazo, en Asturias (¡patria querida!).
Ciertamente yo tengo mi propia teoría acerca de este debate, pero me la guardo, porque al final todo se sabe, y el mundo está lleno de cotillas.
Una polémica decisiva acerca de cómo conducirse con los prójimos. Y una en la que los libros, artículos, documentos, textos, investigaciones, análisis sociopsicológicos, reflexiones hondas, análisis exhaustivos etc., me resultan no-determinantes. Porque, porque …, la postura intelectual/emocional de cada quisqui viene marcada por su experiencia, muy individual, con tus congéneres (o mejor, conespecies). Esto es, cómo te ha ido en la vida con tus compañeros del cole, con tus profesores, con tu papá y tu mamá, con tu hermano prepotente, con tu hermana consentida y llorona, con tus vecinos gritones, con la bofia, con tu jefe que no sabe hacer la O con un canuto, con tus subordinados que no dan un palo al agua (ni a la arena), con tu político rufianesco del distrito etc. etc. Todo ello decidirá tu “cosmovisión” acerca de las personas que te rodean. Si invertimos los anteriores rasgos serás rousseauniano, y la gente es casi angelical; esto es difícil de “tragar” en los tiempos recios que corren, o más bien se arrastran lastimosamente.
¿Ángel o diablo? Constante interrogación, muy anterior a Hobbes y Rousseau, cómo la veamos, la vivenciemos, generará una conducta u otra en nosotros. Me temo que en la contemporaneidad, y visto lo visto, la mayoría de los convecinos se apunta al de Westport, a los lobos, ¿no les parece a Vds.?
¿Hay personas intrínsecamente malas, egoístas debido a su ADN? ¡Hum!, mi (tímida) conjetura es que sí, sencillamente porque la herencia genética y la selección natural son un hecho, indiscutible. ¿Puede la educación (sociedad) modificar esas pulsiones egoístas innatas, hasta transmutarlas en altruistas?, ¡más hum! De nuevo una arqueológica polémica, Naturaleza vs. cultura, ¿puede la virtud (areté) enseñarse (Sócrates)?, physis contra nomos. Milenios de respuestas diversas …; sólo apuntar que las señales, históricas y psicológicas, indican en la dirección de lo no milagroso del adoctrinamiento; en otras palabras, que la Naturaleza Humana ¡existe!
De acuerdo, después de estas consideraciones extemporáneas, ¿o quizás temporáneas?, voy a sumergirme en algo más concreto, a lo que hincarle el diente.
Otro debate duradero, pero muy vivo en nuestra sociedad es el de libertad vs. igualdad; individualismo vs. justicia social, que podría ser representado, de nuevo en gruesos brochazos, por Adam Smith vs. Karl Marx. Es evidente, empírica/históricamente, que el primero ha ganado el combate, porque el segundo tiene escasos, y no muy boyantes, representantes.
Por supuesto el resultado del combate, a los puntos y no por K.O., pide a chillidos ciertas aclaraciones.
Una de ellas sería, apoyándose en Keynes (que es “mi” economista), respondería que el capitalismo se volvió humano, altruista, y tomó conciencia de la explotación del proletariado; como expiación creó la Asistencia Social, que es lo que impera en todos los países avanzados, occidentales por supuesto. Así que Rousseau sería el ganador, esto es, nuestra condición es la de no amarnos sólo a nosotros mismos, la de considerar que el vecino es como nosotros, no es el Otro, ajeno, y explotable.
¿Compran Vds. esto?, ¡hum!, me temo que difícilmente., en estas épocas de abundante cinismo y frondoso escepticismo.
Apostaría a que la versión más habitual corre más o menos por los siguientes cauces …; el capitalismo adoptó la distribución de la riqueza por la tremenda fuerza de los movimientos obreros, que les conminaron a ello; o repartían pasta gansa ganada, no éticamente, en los negocios burgueses, o les aguardaba el exilio, la cárcel, la guillotina, el fusilamiento, o el Gulag. Así que, mefistofélicos industriales, o accedéis a Repartir con el Pueblo, o tomamos el Poder a través de la Revolución; en vez de ésta los plutócratas aceptaron la Asistencia Social, como mal menor.
Sí, creo que este es el escenario que predomina entre nosotros, porque vamos a ver, ¿quién es altruista, de verdad, de corazón? Pues los cristianos (ama al prójimo como a ti mismo), los kantianos (nunca tomes al ser humano sólo como medio), los idealistas puros (p.ej. los estrictos anarquistas y revolucionarios), los misioneros, los mesiánicos, los reformadores morales, ciertos miembros de ONG … Pero, apostillarán los hobbesianos, ¿cuántos de éstos, sinceros, conocen Vds.? Ahí está el corazón de la trama.
¿Hay causas fundadas para este pesimismo, de Lobos, sobre la conducta humana? Vds. me dirán, pero me temo que, como las meigas, haberlas haylas, ¡snif!
Este camino, poco “angelical”, implica que el Fin de la Historia (Fukuyama) ocurrió no por la convicción intelectual de que la Dialéctica de Hegel es superior a la de Marx, no porque el Geist triunfó sobre la materia (histórica, marxista) …, no, en absoluto; fue porque los “egoístas” capitalistas admitieron que tenían que apechugar con las exigencias obreras, repartir la Prosperidad. ¿No es posible que aquéllos fueran generosos, imbuidos de conmiseración, de espíritu cristiano, conscientes de las iniquidades pasadas? Insisto, pocos de mis conciudadanos comparten esta opinión; y ello se demuestra, desde mi perfil teórico, en la conducta política que manifiestan, y en la que mantienen los propios hombres públicos, ¡ay!
Existe además otra explicación hobbesiana para el triunfo del de Jena, posiblemente aún más negra respecto a la condición humana, desde el otro lado de la barrera. “Cada uno según sus capacidades a cada uno según sus necesidades”, pues sí suena estupendamente, esto es, la auténtica Igualdad, la Sociedad justa. El problema surge cuando algunos fulanos, licántropos según el de Westport, empiezan a mentir …, mis facultades físicas me impiden doblar el espinazo debido a una antigua lesión en la columna vertebral, como atestigua el informe médico, firmado por mi hermano menor. Mis necesidades básicas incluyen caviar y champaña todos los días, si no es así no desarrollo mi personalidad. Ciertamente el Egoísmo es la raíz de la inmoralidad, y según comprobamos también del fracaso económico, en este caso de la URSS. Más madera, de Groucho, no de Karl, para el fuego que consumió el sistema comunista. Más desesperanza sobre el Homo Sapiens, sobre sus motivaciones, ¡snif!, y otra demostración de que la derrota del marxismo no sucedió por análisis crítico, en filosofía y economía.
*Capitalismo, Contrato, Ética. Hay cierto particular (que yo hallo sumamente general) sobre teoría económica al que le vengo dando, desde hace muchos lustros, muchas vueltas, tantas como para tomar biodramina. Veámoslo; en el sistema de empresa privada es vital cumplir las promesas dadas a los compradores, i.e. si un emprendedor fabrica botones, zapatos, camisas, tapones de botella, sacapuntas, sujetadores, camisas, sillas, compresas, tapacubos, condones, ordenadores, helicópteros etc. etc., ha de mantener lo pactado respecto a calidad, precio y fecha de entrega de los productos. Si no lo hace pierde a los clientes, y el negocio se fondo del mar, matarile rile rile … ¿Qué hay aquí?, pues que respetar el Pacto es primordial, con lo cual existe un muy estricto paralelismo con ¡el origen de la sociedad!, según los más sesudos politólogos. Bien, resulta que la Mano Invisible sí necesita de una ética, para que las empresas sigan vendiendo; ¿curioso no creen? El modo de producción más egoísta (anti-kantiano) al sustentarse sólo en el beneficio individual, precisa necesariamente de un código moral, de una lógica (no la del Estagirita) cuyos principios exigen la integridad, respecto a los consumidores. Estos últimos constituirían ¿el prójimo?; bueno, no, que no estamos en religión/ética; pero hay que cuidarlos, que tenerlos contentos, no se les debe “utilizar”, porque, como no son cretinos, si lo haces, ¡no volverán colega! Lo que decidirán serán comprar a otro hombre de negocios; si éste les engaña, irán a otro, y a otro. Y si todos son falaces en su palabra dada, pues ¡marcharán hacia el comunismo!
Espero no haberme mareado, ni Vds. tampoco, con tanta vuelta económica & moral. Pienso hace muchos años, que la argumentación que acabo de pergeñar es ni más ni menos lo que quería expresar el buen escocés con eso de la Mano Invisible, que el Mercado no puede perdurar sin unas reglas contractuales sólidas sobre la integridad. Todo esto resultaría casi chusco, hablando del Capitalismo (= ¿individualismo?) pero …, no, creo que no. De acuerdo, si es así, de este modo manera y forma, la ordenación por libre empresa no puede ser selvática, explotadora en extremo, mentirosa siempre …, porque si así lo fuera, ¡no habría clientes!, excepto para Karl Marx, por supuesto.
*¿Hay tantos asesinatos en el mundo, por día y metro cuadrado? La respuesta sería inquietantemente positiva (mejor dicho, negativa) si atendemos a las series televisivas, donde la parte del león (y del tigre) se la llevan las policíacas. Hay crímenes en San Francisco, Los Ángeles, Madrid, Hong Kong, Toronto, Estocolmo, París, Bruselas, Mallorca, Londres, Midsomer, en el Caribe francés y en el inglés, en Bogotá, el CSI tiene sucursales en Las Vegas, Nueva York y Miami etc.; es típico últimamente, eso sí, tener a un profesional formando tándem con un aficionado, como paradigma Bones y Castle. Pero es que resulta que hay detectives con poderes adivinatorios, extrasensoriales, Fae, súcubos, hombres lobos (¿vendrán directamente del Leviatán?), vampiros (sólo trabajan en el turno de noche), valkirias etc. Se asesina con pistola, cuchillo, veneno, hacha, mazo, gas, atropello, estrangulamiento, ahogamiento, electrocución, decapitación, caída de edificios y mucho más. Si alguno de Vds. descubre otro sistema de liquidación (no por falta de existencias, o por cierre) seguro que los productores le enviarán un sustancioso cheque, de la moneda que Vds. prefieran.
Si quieren Vds. inflación no acudan a la macroeconomía, sino a las series de asesinatos, que proliferan como caracoles tras la lluvia, los hay singulares y en serie (y en serio), de todos los colores, géneros, tamaños, inclinaciones sexuales, orientaciones espirituales …, de todo vamos.
¿Somos los humanos tan malvados? Estoy convencido de que las estadísticas de los Servicios de Seguridad no recogen tantos homicidios. Mi sencilla conjetura es que esta línea de historias se “vende” muy bien a la audiencia; quiero decir que nos aporta intriga, ¿quién es el asesino?, un rasgo que atrae a muchos espectadores (a mí entre ellos). Además, y sospecho que ahí está el meollo, permite el desarrollo, interacción, de los personajes: se les ve en acción (la pasividad es letal, aburrida, en la tele), en peligro, aguzando el ingenio, sometidos a retos, peleándose y enamorándose (a menudo a la vez). Vamos, que todo esto tiene mucho tirón televisivo; mi ejemplo favorito …, la madre de Castle le nota un tanto afligido, depre, y le espeta: vete a la comisaría a ver si la detective Beckett tiene algún asesinato para resolver que te levante el ánimo. ¡Glub!
Pues sí, muchas muchas series de policías y ladrones, como decíamos antes, o de asesinos como diríamos ahora: los tiempos cambian que es una barbaridad, a más crudeza. No tengo nada que manifestar contra esta moda televisiva, entre otras cosas, porque soy antiguo admirador del cine negro de Hollywood, por guiones, directores, actores, diálogos, caracteres (¡esas mujeres fatales como un balazo, arsénico o Hacienda!), y sobre la fotografía, que le da nombre.
¿A qué viene todo esto aquí?, porque no pega ni con cola. Pues viene a que me da la gana incluirlo, como demostración de mi libertad de expresión, inalienable derecho que me otorga la Constitución, al menos de momento, porque tal como está el patio, político y/o internacional, no sé si aquélla también será asesinada. Bueno sí …, está el asunto de Hume y Cía., y su tesis del amor a sí mismo como inclinación, innata, y primordial del Homo Sapiens. ¿Toda esa batería de temporadas y capítulos corroboran la teoría de que somos lobos? Pues no, porque son ficción, para vender pizzas, palomitas, hamburguesas mientras ves tu receptor, y por supuesto suscripciones al canal que sea. Con todo, ¡ay!, tanta audiencia enganchada a los crímenes da materia para pensar en las pulsiones primigenias de nuestra especie; la tele no nos pinta como buenos salvajes desde luego; es para darle unas cuantas vueltas más al antiquísimo debate, de nuevo con biodramina.
¿Ángel o lobo? Las espadas están en alto, el Jurado está un deliberando, i.e. todos Vds.: ¿piensan que sus vecinos sólo piensan en ellos mismos?, ¿y qué me dicen de Vds. mismos? ¡El que esté libre de pecado que tire la primera piedra!
El Bien Común: ¿cómo?, ¿qué?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por cuánto tiempo?, ¿hacia dónde?, ¿por dónde?, ¿de dónde?, ¿para qué?, ¿por qué?, etc. etc. etc. ¿De qué me está hablando Vd. buen (=ingenuo) hombre?, eso es un ens fictionis, una entelequia, un producto de la imaginación de moralistas y profetas, ¡bájese del guindo antes de que se caiga!
“Nadie hace algo (por alguien) por nada” …, si esto es cierto estamos aviados, ¡que Dios nos coja confesados!, a todos, miembros de la colectividad humana.