top of page

MULTIPLICADOR

  • gonzalojesuscasano
  • hace 2 días
  • 15 Min. de lectura

Actualizado: hace 2 horas

MULTIPLICADOR

Diálogo Galileogaditano. Jornada I

Escena: Astillero de Cádiz; personajes, Sagredi, periodista independiente; Salviato, autor; Simplicios, miembro de un partido marxista.

 

-Simplicios: Buongiorno!

-Salviato: Amici!

-Sagredi: Benvenuti!

-Simplicios: ¿Qué proponéis cari amici para la Giornata de hoy?, ¿quizás proseguir con algunos de los apasionantes temas que han ocupado nuestras mentes & tertulias con grandes consecuencias para nuestro aumento de conocimiento?

-Sagredi: ¿Cuál es tu propuesta, caro collega?

-Salviato: Para nuestro intercambio de estos momentos…

-Sagredi: A buen seguro enriquecedor, como es habitual…

-Salvitato: Propongo un cambio de tercio…

-Simplicios: ¿En Flandes?

-Salviato:  [sonríe levemente]

-Sagredi:  [sonríe cómplicemente]

-Simplicios: Questo è uno scherzo!

-Sagredi:  [gesto de asentimiento, aceptando el cachondeíto]

-Salviato:  [sonríe con la boca y con los ojos]

-Simplicios: Allora!, dejando a un lado Flandes…

-Salviato: Ofrezco como temática la macroeconomía…

-Simplicios: Benissimo! Una disciplina que se resume, explica, y desvela en las enseñanzas de El Treviriano, que con su teoría del valor-trabajo ha elucidado de modo inmarcesible…

-Sagredi: ¡Y no-irrelefante! [esgrime una sonrisa sardónica, de viejo amigo]

-Simplicios:  [gesto menos risueño, y muy poco sardónico]

-Salviato: Pues no caro amico. Yo no quiero coloquiar sobre el materialismo histórico, sino sobre un punto capital de la economía social de mercado: el modelo multiplicador.

-Sagredi: ¡quindi aritmética, y no economía! [barzelleta!]

-Salviato: [vuelve a mostrar gesto jocoso] Bueno, bueno, algo de matemáticas se encuentra ahí; se trata de un modelo (construcción teórica), simplificador sin duda, según el cual si El Gobierno inyecta una determinada cantidad de dinero en el sistema, los resultados para éste son mucho mayores, i. e. se multiplican.

-Simplicios: ¿Cómo va a ser eso? ¡La energía ni se crea ni se destruye! ¿Me vas a  defender ahora la creatio ex nihilo, concepto estrictamente teológico?

-Sagredi: ¡Y opiáceo por consiguiente! [nuevamente expresión irónica]

-Salviato: Estimado amico, en esta disciplina no nos ocupamos de la “energía”, noción paradigmática de la ciencia física…

-Sagredi: En la cual il nostro amico Il Pisano es sin lugar a dudas il Maestro.

-Salviato: ¡Sin duda! Pero aquí nos ubicamos en otra materia, que no estoy seguro de poder denominar ciencia…

-Sagredi: ¡Explícate, docto contertulio!

-Salviato: La teoría económica es incapaz a menudo de realizar predicciones, con lo cual se quedaría en eso; además su empleo de las matemáticas es limitado, y con gráficos y ecuaciones muy elementales.

-Sagredi: Te percibo recriminador contra esta materia.

-Salviato: Ejemplo típico es su incapacidad para vaticinar las grandes crisis, como la del 29. Tanto es así que algunos las atribuyen a las manchas solares, ¡je, je, je!

-Sagredi: Mamma mia!, y no lo digo por ABBA.

-Salviato: Otros autores implícitamente apuntan a que hay un intrínseco carácter impredecible en la aparición de las recesiones, como si fuera el vaticinar el clima. Vamos, que esto suena casi a la teoría física del caos, que significa sencillamente la incapacidad de las matemáticas de meterle mano a este asunto: no tengo ni repajolera idea de lo que es, quindi le pongo un nombre, y así parece que lo domestico.

-Simplicios: Ello es otra prueba de la ineficacia de la economía de mercado, que además de inhumana es a-científica. La consecuencia, y esto sí lo predecimos los marxistas con absoluta seguridad, es el colapso del Capitalismo; y la causa serán precisamente esos ciclos económicos que son incapaces de augurar, explicar y evitar. El Día del Juicio Final de la economía de mercado está próximo, y su ocaso (que no es de dioses, sino de simples mortales, codiciosos) traerá consigo el alba de una nueva sociedad, justa, igualitaria…

-Sagredi: ¡Inmarcesible y no-irrelefante! [Se encuentra muy sarcástico oggi nuestro amigo]

-Salviato: En cualquier caso, mientras llega ese día, bueno es que nos ocupemos del modelo económico en el que nos encontramos inmersos.

-Sagredi: È cosi!

-Simplicios: ¡Lo concedo!

-Salviato: Vayamos por tanto al grano con un ejemplo, que es cómo mejor se entiende. Supongamos, ¡es un poner!, que el Gobierno de cierta nación decide aumentar el gasto y mete mucha pasta en el sistema, en diversas formas. Así p. ej. invierte 1.000 millones de euros en grandes obras públicas. Los obreros que cobran ese dinero se gastan 666 millones (2/3) en comercios de la zona (y el resto lo ahorran); ahora esos comerciantes se usan 444 millones (2/3, y lo que queda va a la hucha) en contratar más gente, puesto que venden más. Sus nuevos empleados se funden 296 millones (2/3) frecuentado más los bares, restaurantes, yendo de vacaciones etc. etc.

-Sagredi: Está clara la ecuación matemática, y el concepto. Los electricistas, carpinteros, albañiles tienen más euros, y adquieren más zapatos, camisas, muebles…, y luego más bebidas, jamadas, escapadas a Italia, Grecia, Egipto etc. Se crea una cadena de consumo “ad infinitum”.

-Salviato: Bueno, bueno no tanto, porque la serie va disminuyendo y disminuyendo, hasta llegar a cero.

-Simplicios: No es una cadena infinita, igual que la energía tampoco lo es.

-Salviato: No olvides que en este campo no manejamos magnitudes físicas, sino voluntades, deseos de comprar, la psicología de las currelas.

-Simplicios: ¡No me irás a decir, caro amico, que la Voluntad de los seres humanos es inagotable, infinita! Porque si lo hicieres, te introducirías en la metafísica más ontológica, incluso en la teología cristiana.

-Salviato: Ciertamente no voy por ahí, estimado contertulio, sino que…

-Sagredi: ¡Déjame que lo adivine! Una vez más te sustentas en la doctrina del crecimiento endógeno, innovación tecnológica (y científica).

-Salviato: ¡por ahí resopla, como Moby Dick! Por supuesto que las cantidades empleadas en el consumo (y en “reservas” domésticas) decrecen continuamente, hasta llegar a desaparecer: nada de ilimitado. Pero en esa cadena, iniciada por los 1.000 millones introducidos en el sistema por el Gobierno, se compran más coches, se venden más electrodomésticos, se adquieren más muebles, se vende más cerveza & chuletas… Más paisanos encuentran empleos, y al tenerlos consumen más…, en establecimientos que al vender más contratan más personal…

-Sagredi: Estaba claro desde el principio, en efecto.

-Salviato: El corazón del proceso es que con esos 1.000 millones el Estado ha generado una riqueza mayor que la invertida, por tanto es un multiplicador.

-Sagredi: La argumentación es sencilla, y grávida de consecuencias ¡a favor del keynesianismo!

-Simplicios: Lo que nos encontramos en esa sucesión es sencillamente más ciudadanos comprando y comprando, los bienes que les han metido en la cabeza (por la Propaganda) los empresarios como imprescindibles. Y éstos a embolsarse más y más guita; por su parte los proletarios llenando el hogar de mercancías que apenas usarán. El eterno ciclo de la explotación.

-Sagredi: Pero has de admitir que los trabajadores visten, comen, se calzan, entretienen, viajan… mejor; no sólo eso, ¡no pocos tienen un empleo por ese dispendio del Estado!

-Simplicios: ¡Bah, bah, bah! ¡Nimiedades, bagatelas, el chocolate del loro! Quienes obtienen ingentes beneficios son los patronos, y sus empleados unas migajas. Se califica este tinglado como economía social de mercado, pero de social tiene poco, y de mercado mucho.

-Sagredi: Pero con el mecanismo del multiplicador no pocos son trabajadores, ¡no parados!

-Simplicios: En la sociedad comunista nadie estará desocupado, nadie será utilizado como apéndice de carne un instrumento mecánico de producción. Habrá exquisita equidad, y nadie arrastrará las cadenas del moderno esclavo, ahora no de la gleba, sino de la factoría. Existirá…

-Sagredi: Lo sabemos, dilecto colega, lo sabemos…

-Salviato: Pero mientras llega el paraíso socialista [indubitable sarcasmo en su tonillo] bien está que en este valle de lágrimas capitalistas los paisanos vivan mejor…

-Simplicios: Consumiendo y consumiendo los productos, fútiles la mayoría, que les meten por los ojos (medios de comunicación) los burgueses, en una existencia vacía de sentido, pero llena de mercancías.

-Sagredi: Consumiendo lo que deciden, lo que les gusta.

-Simplicios: ¡Lo que las multinacionales les quieren vender, después de lavarles el cerebro!

-Sagredi: En poco estimas el libre albedrío, la capacidad de determinar su conducta, por parte de los Homines Sapientes.

-Simplicios: Sólo serán auténticamente Sapientes cuando se destruya el capitalismo y vivan en un Estado socialista.

-Salviato: Como ilustrado y kantiano debo disentir perfecta y absolutamente: existe la conducta moral o inmoral, ergo igualmente la voluntad libre.

-Sagredi: Me apunto a eso también.

-Simplicios: ¡Qué libertad ni qué ocho cuartos! En una sociedad de hombre unidimensionales, idiotizados por la prensa y la televisión capitalistas.

-Sagredi: Sí, poca esperanza colocas en la condición humana.

-Simplicios: Será humana genuinamente sólo tras la Revolución [se pone a cantar La Internacional, con gran entusiasmo].

-Salviato: [tras finalizar Simplicios de entonar] Como bien sabéis miei cari amici, mi postura es mucho más optimista, sin llegar a rousseauniana. El concepto de multiplicador nos remite a una mejora continúa de las condiciones de vida de los ciudadanos.

-Simplicios: ¡De donde no hay no se puede sacar! La Riqueza no es ilimitada, de modo que acaparan mucho de ella (el pastel) dejan a los demás con casi nada.

-Salviato: Manifiesto mi absoluto desacuerdo.

-Simplicios: ¡Vas a aseverar, docto erudito, que nunca se agota la prosperidad!

-Salviato: No exactamente eso, pero por ahí los tiros, los míos, porque otros disparan en otra dirección.

-Sagredi: ¡Déjame adivinar otra vez, caro amico! Vas a citar una vez más a tu admirado David Deutsch y su El Comienzo de la Infinitud, ¡correcto!

-Salviato: ¡Cuán bien me conoces, conocéis! Para empezar, ¡y casi acabar!, para un marxista la Realidad es la Materia…

-Simplicios: ¡No pretenderás decirnos que es el Geist?

-Salviato: No, de ninguna manera apreciado amigo, porque no soy hegeliano, ni tampoco adepto de la metafísica. Pero si la Materia es extensa, circunscrita, limitada, agotable…, el conocimiento no lo es, o no exactamente…

-Simplicios: ¿Sugieres que el Saber humano es interminable?

-Salviato: Concederle el atributo de infinito…

-Sagredi: Propiedad exclusiva de la Divinidad.

-Salviato: Esatto. De modo que el título del libro de David Deutsch es muy atrevido. Con todo, ¡hum! [se detiene, toma aire, adopta postura rodiniana, recapacita].

¡Hum! [inhala lenta y profundamente]. La res extensa, por pura definición, es algo acotado; pero la res cogitans, ¡huy! ¡Qué limites hay en el conocimiento: siempre se puede aprender más y más…

-Sagredi: Y emprender más y más…

-Simplicios: Con la meta de formar empresas que expriman a la clase trabajadora.

-Salviato: Con el objetivo de crecer en beneficios; pero quizás también en capacidades.

Volviendo al saber…, las ciencias avanzan que es una barbaridad, ¿dónde se encuentra el término del aprendizaje? Quizás el Cosmos tenga lindes, no lo sabemos, ¿pero los tiene nuestro conocimiento acerca de Él?

-Sagredi: Tanta metafísica hace que la cabeza me dé vueltas.

-Simplicios: Pues yo la tengo bien asentada, colleghi. La Materia es finita, y nuestro conocimiento acerca de ella también, puesto que se resume (lo primordial) en el materialismo histórico, y el dialéctico.

-Sagredi: Para tus rivales se resume en La Biblia.

-Salviato: La teoría del multiplicador establece sencillamente que cuando se inserta dinero en el medio económico, el rendimiento se amplía, esto es, se generan más empleos, mercancías, prosperidad; y así en una serie que sigue y sigue.

-Sagredi: Pero no es infinita.

-Salviato: È cosi. Eppur si muove, como proclamará nuestro querido Galileo.  Ya hemos quedado en que uno de los motores (si no el Motor) del desarrollo es la innovación, tanto en ciencia básica como en sus aplicaciones tecnológicas. Conocimiento y más conocimiento, que no sólo nos hace más espabilados, sino más prósperos. Mientras hay vida hay esperanza, mientras haya expansión de la cognición, se dará el avance económico. No atisbo frontera a ello, o al menos ninguna cercana en el espacio-tiempo.

-Sagredi: Lo repito tanta filosofía especulativa me produce un poco de vértigo, como en un tiovivo.

-Simplicios: Todo esto son estrictamente especulaciones, que desbordan el perímetro de la ciencia auténtica: el marxismo. La Materia tiene contornos precisos, y nuestro saber lo mismo, puesto que depende (es sobre) de ella. ¡Así de chiaro!

 

Jornada II

 

-Simplicios: Ciao!

-Salviato: Benarrivati!

-Sagredi: Bentonarti!

-Simplicios: Tengo verdaderas ganar de continuar…

-Sagredi: Ídem de lienzo.

-Salviato: Pues sin más preámbulos, prolegómenos, preliminares, introito, prefacio, proemio, introducción, prólogo, exordio…

-Simplicios: ¡Je, je, je!

-Sagredi: ¡Ja, ja, ja!

-Salviato: ¡Jo, jo, jo!

-Sagredi: ¡Viva el diccionario de sinónimos!

-Salviato: Eso se intentará, por todos los medios, recursos, maneras, procedimientos, tácticas, técnicas, modos…

-Simplicios: ¡Ji, ji, ji!

-Sagredi: ¡Ju, ju, ju!

-Salviato: Concedido que el modelo multiplicador es una simplificación, una situación ideal que no ocurre, pero que nos ayuda a explicar lo que sí…

-Sagredi: Como un entorno en el que no existe rozamiento (¡imposible!) para enunciar la ley de la inercia de nuestro carissimo Pisano.

-Salviato: Corretto!  En ese ámbito de Gedankenexperiment…

-Simplicios: S’il vous plaît, niente Deutsch!

-Salviato: En esa situación ideal (e irreal) observaríamos que una pluma de ave y una bala de cañón caen con la misma velocidad…

-Sagredi: ¡Aceleración!, como nos demostró nuestro apreciado Galileo, para inaugurar la ciencia físico-matemática.

-Salviato: È vero! Una vez más intentaba una simplificación. Pues bien, en una tal condición “ideal” el modelo multiplicador explica el funcionamiento de la economía…

-Simplicios: Capitalista, explotadora, esclavista, inhumana…

-Salviato: La pregunta es cómo se puede expandir y expandir el bienestar en la sociedad de consumo con una técnica en apariencia tan elemental. La hipótesis oculta, como lo expondría Lakatos, es la existencia de toda una serie de recursos que todavía no se han utilizado.

-Sagredi: Según tal planteamiento, se podía sacar, ¡porque sí había algo de donde hacerlo!

-Simplicios: ¿De dónde inquiero yo, como materialista y rechazador de la generar desde la nada!

-Salviato: De la propia sociedad, de los individuos en ella, que cuentan con más de lo que creen, o quieren creer.

-Sagredi: Explica tu punto de vista, per favore!

-Salviato: Para tal tarea me resulta menester acudir a asunto espinoso, como la más traidora de las rosas, ¡a la guerra! Son numerosos los economistas que aseveran que EE.UU. salió de la devastadora crisis de 1.929 gracias a la S.G.M., i. e. al espectacular incremento en la producción que ello conllevó.

-Sagredi: El argumento me es absolutamente familiar.

-Simplicios: A mí también. Otra prueba de que el capitalismo es feroz, y contradictorio; para solventar sus crisis tiene que recurrir a la matanza generalizada. Ciertamente se incrementa exponencialmente la producción, pero de tanques, aviones, ametralladoras, fusiles, pistolas, lanzallamas, lanzagranadas, acorazados, portaaviones…, medios para matar y matar. Sólo así sobrevive el Sistema (de Adam Smith); los capitalistas ponen a pleno rendimiento sus factorías, y se hacen más ricos. Y en esos conflictos bélicos las pirámides sociales de las naciones chocan por abajo, por los trabajadores; éstos se masacran entre sí, mientras que en la cúspide las élites (de Unos y Otros) siguen engordando sus cuentas corrientes.

-Sagredi: Típica interpretación marxista sin duda.

-Salviato: Aquí en economía capitalista por otros parámetros; por mi parte voy a desviarme la ruta oficial…

-Sagredi: ¿Quizás hacia la metafísica?

-Salviato: No precisamente, o al menos no intencionadamente. Hacia la teorización, la especulación partiendo de lo que creo es la naturaleza humana. Medios aún no empleados…

Estaréis de acuerdo conmigo, cari amici, que la guerra es una situación excepcional…

-Simplicios: Brutal, de explotación suprema.

-Salviato: En ella se trata verdaderamente de sobrevivir, de que perdure la nación, la cultura, la tradición, las propiedades, el modo de vida, nuestras familias y amigos. Ante grandes retos, grandes respuestas, como lo expresaría Toynbee. Por eso ante tal alarma los soldados apenas comen y duermen, viven en inmundas trincheras en la P.G.M., camina hasta la extenuación, sacan fuerzas de donde no creían que estuvieran. Todo se lleva al límite, para matar o morir. E igualmente en retaguardia, y en los hogares; se afanan en las cadenas de producción de tanques, aviones, buques de guerra, cañones…; no hay absentismo, no hay tipos que se escaquean, se hacen horas extras, dobles turnos, ¡para que el Frente no se derrumbe ante la mayor producción armamentística del Otro!

-Simplicios: Todo ello para que los propietarios de esas fábricas consigan mayores beneficios al vender más.

-Salviato: Fabricar más, en efecto, sin respiro, más que El Enemigo, para no ser arrollados por Éste, e incluso desaparecer de la Historia. Pues sí, “se puede”, muchísimo más de lo que se decía y se creía.

-Sagredi: La guerra de es padre de todo y rey de todo; a unos los hace dioses y a otros hombres; a unos esclavos y a otros libres. ¡Qué atroz cosmovisión!

-Simplicios: Y toda esa carnicería para relanzar la economía, para poder consumir más a continuación.

-Salviato: Mantengo que la moraleja, ¡si es que la hay!, que extraen los apologistas del Mercado es que la Riqueza no es una magnitud fija; se puede generar más y más (y reducir desde luego). Se pueden producir, y comprar, más zapatos, camisas, mesas, sillas, abrigos, coches, televisores, ordenadores, botellas de whiskey/vino tinto/ron/ ginebra, teléfonos…, más y más. Ante un fuerte desafío (como una guerra) se puede ir más alto, más lejos, más rápido. Y sí, las empresas crean riqueza, no de la nada, de las enormes facultades de los hombres para esforzarse, para currar más horas, para hacerlo mejor (con innovación y creatividad tecnológica).

-Sagredi: Caro amico, esto me suena totalmente, ¡otra vez!, a ethos protestante del trabajo, a calvinismo; y nosotros estamos en el Mediterráneo.

-Simplicios: Además quién necesita tantos zapatos (¿cuántos pies tiene un Homo Sapiens?), camisas, teléfonos, sombreros, armarios, coches…?). Tener para no usar, para no disfrutar, para acumular sin sentido, porque así lo predica la Propaganda de los explotadores.

-Sagredi: ¡Ahí le duele, sí!

-Salviato: Y puede mucho, muchísimo, en efecto. Para sobrevivir a una contienda implacable se precisa llevar al extremo la energía de los humanos, ¡que no es la misma que la de los textos de física! El problema es que los economistas de El Mercado, prácticamente esperan lo mismo en la producción de mercancías, ¡glub!

-Sagredi: Sin duda las naciones llenas de trabajoadictos, de imperturbables calvinistas, son las que han triunfado en el Capitalismo. Crecer, producir más, desarrollarse más…, o ser engullido por los Demás.

-Salviato: No, no, no ser devorados por los Otros, porque éstos te necesitan para seguir vendiéndote sus productos. Sencillamente los suyos son mejores, más caros, y ello los sitúa en ventaja. En el capitalismo no se trata de derrotar militarmente al rival, convirtiéndolo en colonia o vasallo; no, no des aniquilación. Es intercambio, incluyendo la ventaja comparativa; pero de modo que más exprime sus recursos (las capacidades de sus ciudadanos), vende más y vive mejor. Las compañías no pretenden que sus asalariados vivan en la indigencia, porque siendo así ¡no podrán comprar nada!

-Simplicios: Francamente esto es deleznable. Y puede resolverse de un plumazo: con la eliminación de la libre empresa y la propiedad privada, ¡con la Revolución!

-Salviato: Hemos “jugado” con la hipótesis de que el conocimiento no tiene límites (David Deutsch); pero de ahí hemos pasado a que tampoco los hay en el esfuerzo bélico. Y desde ahí a que tampoco en la capacidad productiva. ¡Uf!

-Sagredi: ¡Me da vueltas la cabeza!

-Salviato: Lo de siempre, que doctores tiene la economía para determinar si ese modelo multiplicador (de bienes, de riqueza, de prosperidad) tiene visos de verdad.

-Simplicios: Es todo falso, porque la Realidad es la Materia, y ésta es finita.

-Sagredi: Según esta visión del mundo “capitalista” el aprendizaje no se detiene jamás, la capacidad de producción en el sistema burgués no tiene techo, ¡glub!

-Salviato: Lo que me inquieta auténticamente es que detecto (y me duele conceder esto a los agoreros) igualmente una inagotable pulsión en los paisanos (los proletarios de Marx) para comprar y comprar, acumular y acumular. La respuesta a ello es más y más producción de bienes.

-Simplicios: No, no has hecho una inversión, como Hegel respecto a la Materia y el Geist. La manía compradora de los ciudadanos no es la causa, sino a la respuesta, a la maligna Propaganda de las corporaciones.

-Sagredi: El huevo y la gallina otra vez.

-Salviato: En fin, los expertos lo determinarán. Por mi parte sí quiero, teniendo desde luego en la mente a nuestro caro amico El Pisano (y a Arquímedes y…), erigir un encomio a la empresa (no capitalista) de la ciencia experimental moderna. Sin ella no habría progreso, sociedad del bienestar, prosperidad, y posiblemente tampoco democracia burguesa ilustrada.

 

Jornada III

-Salviato: Ciao!

-Sagredi: Come state?

-Simplicios: Benissimo.

-Sagredi: Por mi parte, si no os importa cari colleghi…

-Salviato: Tus deseos son órdenes, dilecto socio de aquilatados coloquios.

-Simplicio: ¡Avanti pues!

-Sasgredi: El caso es que es que todo ese asunto del multiplicador de Keynes, que nos ha empujado a esas consideraciones (¿acertadas?) sobre la guerra como motor del progreso económico al resolver recesiones…, ¡me ha dejado mal cuerpo!

-Simplicios: ¡Y a mí mala sangre!

-Salviato: Intentaré de nuevo dilucidar lo que creo que es esa teoría económica…

-Sagredi: Más bien teoría omniexplicativa, puesto que salta de las finanzas a Toynbee, calvinismo, cultura del esfuerzo e incluso elitismo.

-Salviato: È vero. Si ocurre una devastadora inundación, o un seísmo, o un tsunami, que destruye carreteras, vías férreas, casas y vidas, desde luego que aparecerá la solidaridad humana. Decenas de miles aportarán donaciones, y miles ayudarán hasta la extenuación a los afectado, sacrificando tiempo, dinero, alimentación y horas de sueño. Tanto las víctimas como sus socorredores mostrarán una reciedumbre que desconocían poseer.

-Sagredi: Eta versión es más halagüeña que la matanza. Los recursos no utilizados, que sin embargo se encontraban ahí, como en el conflicto armado en efecto.

-Salviato: Y como en los períodos de gran avance económico, a menudo surgiendo de inventos de ciencia y tecnología, o de procesos industriales.

-Sagredi: La excepción a esa marea de fraternidad son los hinchas del Real Madrid y del Barça; en el hipotético caso de terremoto en Madrid y de maremoto en la Ciudad Condal, ninguno de ellos acudiría a auxiliar a los otros [esboza una sonrisa].

-Simplicios:  [expresión jocosa, que rápidamente se transmuta en seria].

-Salviato:  [rostro festivo, que inmediatamente muda en grave]. Si tienes que marchar con tu batallón toda la noche, sin comida ni agua, para sorprender y derrotar al enemigo, que amenaza tu nación, tu ciudad, tu familia…; si has de atravesar toda una sección del desierto sin agua para salvar tu pellejo…, ¡lo harás! Sacarás fuerzas de flaqueza, querer es poder.

-Sagredi: Docto contertulio, lo que acabas de describir se asemeja más a la Teoría John Wayne de la Historia, que a una de macroeconomía.

-Salviato: È cosi!, lo concedo. Y como bien sabéis yo soy de Gary Cooper.

-Simplicios: Lo que es a mí todo esto me huele a Max Weber, excelencia & elitismo, y de propina belicismo propio del imperialismo del XIX: Jamás un legionario dirá que está cansado hasta caer reventado; será el Cuerpo más veloz y resistente.

-Salviato: Cultura del esfuerzo como justificación del sistema de libre empresa, ¿correcto?

-Simplicios: Esatto! No sé si Keynes con su modelo multiplicador habría llegado a esta apología del elitismo, pero no me sorprendería, ¡porque era un burgués capitalista!

-Sagredi: Una de mis conclusiones es que la macroeconomía posiblemente incluye los gérmenes (o las consecuencias) de una teoría omniexplicativa, incluyendo psicología y filosofía.

-Salviato: Aguda como una saeta comanche tu reflexión. Hemos abordado en no escasos momentos el carácter científico de la economía. Yo mismo lo he puesto en entredicho al registrar la incapacidad para realizar predicciones; los mismos economistas admiten p. ej. que los individuos adoptan posturas irracionales en sus inversiones.

-Sagredi: Sin duda cuando hay bonanza económica, el precio del dinero es bajo incitando a la inversión atrevida, y la Bolsa siempre está alcista.

-Salviato: Giusto! Si los paisanos no rigen sus acciones (financieras) por el buen juicio, ¿cómo vaticinar lo que harán?

-Sagredi: La tesitura me provoca honda inquietud,

-Simplicio: Pues a mí pena y tristeza, por la estupidez de los individuos con la mente lavada por las consignas de industriales & banqueros. Sólo deben despojarse de toda esa farfolla ideológica % opiácea, y abrazar el materialismo histórico.

-Sagredi: En él no hay excelencia, efecto multiplicador de las invenciones técnicas, sino estricta igualdad. Nada de Edisons.

 

Entradas relacionadas

Ver todo
LIBERALISMO   CARLOS RODRÍGUEZ BRAUN  

LIBERALISMO   CARLOS RODRÍGUEZ BRAUN   Aunque soy un profano en economía (y en casi todo, diletante no poco), profesional eso sí, me atrevo…, a apuntar que Rodríguez Braun fusiona en sus respuestas (a

 
 
ANIMALES, HUMANOS, ÉTICA

ANIMALES, HUMANOS, ÉTICA Pues en esta ocasión es un sustancioso artículo de Víctor Gómez Pin el que voy a emplear como pretexto para...

 
 

Todos los derechos reservados ©2023 

bottom of page