FRANKENSTEIN Y OCKHAM
- gonzalojesuscasano
- 13 ago 2023
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FRANKENSTEIN Y OCKHAM
Una de las críticas, si no La Crítica, de Galileo al geocentrismo era que se había convertido, desde Ptolomeo, en un sistema complejo, casi inabordable; de componerse de miembros (teóricos) de cuerpos diferentes, tan heterogéneos que no encajaban bien; no eran un Organismo único, funcional y de sencilla acción. Así había epiciclos, deferentes, ecuantes, varios centros para las revoluciones (para la órbita, y para la velocidad uniforme de ésta); incluso había un epiciclo sobre otro epiciclo, sobre otro …, ¡menudo follón epistemológico! Un monstruo vamos, no un ser biológico “natural”, viable.
Frente a esto el florentino ofreció una alternativa; echamos a la basura todo ese popurrí de círculos y centros, y adoptamos un modelo astronómico mucho más sencillote, esto, un único centro, el Sol, y todos los otros cuerpos celestes del entorno dan vueltas en torno a él, en círculos (él no introdujo las elipses keplerianas. Desde siempre mantengo que este planteamiento metodológico fue básico para Galileo, porque no contaba con sólidas observaciones, empíricas, que confirmaran (apoyara más bien) el heliocentrismo. Por tanto asevero que el florentino, implícitamente (¿subconscientemente quizás?), tenía como regla básica de su contexto de descubrimiento la navaja de Ockham. ¿Pura conjetura? Puede ser, pero concuerda con los conceptos de su épica, i.e. Dios no podría haber hecho su Creación abigarrada, confusa, un lío de fragmentos inconexos …, sino algo simple, comprensible, para el intelecto humano, bello. Es sabido por todos que en matemáticas también se habla de estética, de demostraciones elegantes, facilidad en los pasos, claridad, sí, incluso armonía.
Más en mi favor estaría el hecho de que científicos/filósofos contemporáneos aseveran que, después de decenios de debates, han hallado cuando el es el método de la ciencia, algo muy deseado de encontrar, como la Piedra Filosofal: inducción (acumulación de datos observacionales) + lex parsimoniae. Tenemos un mogollón de registros empíricos que Explicar, y unas cuantas Conjeturas, ¿cuál es la buena?, la más simple, la que requiere menos componentes (miembros dispares para un mismo Cuerpo). Po ello creo que es muy adecuado llamarlo también principio de economía: menos más; por supuesto anda rondando siempre por ahí la pregunta de si la navaja de Ockham debería aplicarse también al Arte. ¡Hum!, esto considero que es más problemático, pensemos p.ej. en las vanguardias, en el arte abstracto; pero en fin, hay voces (altas) que marchan por ese sendero.
Lo de la inducción, i.e. montones de datos sensoriales, como método es muy de Newton, él mismo lo menciona expresamente en los Principia; lo de Ockham, ¡ay!, yo me arriesgo a decir que también, porque Newton no habría aceptado un Universo enmarañado, poco inteligible, como obra del Creador.
Además el doctor más espabilado del planeta, y de la galaxia, también utiliza la navaja de Ockham, aunque se afeite poco (¡yo no toleraría un médico con barba de varios días!); es más, así se titula el tercer capítulo de la serie (también la mejor de la Vía Láctea). *Vamos ver, espeta Gregory House M.D., médicos colaboradores (= jóvenes y novatos, que no se enteran de nada, y que requieren mi superior acumen), ¿cuántas síntomas (datos observacionales) tenemos? *Todos éstos *¿Y cuántas hipótesis acerca de cuál es la enfermedad que los Causa? *Éstas, A, B, C, y D. *Pues C es la correcta ¡melones!, porque es la más simple; recordad que no hay que multiplicar los entes (componentes, miembros) sin necesidad, eso es explicaciones fáciles, enrevesado. Aunque House sea agnóstico no tiene problemas en seguir a su compatriota (bueno de Hugh Laurie, no de House).
Volviendo al Arte, se me ocurre p.ej. que muchos de la audiencia aseverarían que las películas de Ford o Hitchcock son sencillas de seguir, hay facilidad en la narración, y no te pierdes; ¡vaya! Eso sí, para conseguir esa “economía” de medios, el Polifemo Irlandés y El Maestro trabajaron, se esforzaron. Lo Sencillo precisa a menudo en Arte (otro ejemplo sería la novela) se obtienen después de mucho laboro.
Pues el asunto es … que érase que se era un País (les doy a Vds. tres intentos para adivinar cuál) en el que hubo una vez (i.e. ahora) un Gobierno tildado de Frankenstein, al estar construido con dispares órganos & extremidades, esto es, partidos políticos, y sujeto, ¡de aquella manera!, con tornillos. Y asimismo lo habrá. Los describen así los mismos de la Vieja Guardia del PSOE, empezando por Pérez Rubalcaba.
Los ockhamianos (yo soy uno) sugerimos (¡pedimos por favor!) uno más elemental, más económico en integrantes, más manejable, incluso para ellos. Reitero mi hipótesis, que confía sea fiel a la navaja de Ockham: un gobierno del PSOE (tiene más apoyos parlamentarios), con la abstención del PP, visto que lo inverso no se presenta plausible; y menos aún una alianza PSOE-PP, que sería mi personal opción. Las tres las califico de: simples, sencillas, elementales, ¡naturales!, fáciles, armoniosas, estéticas, bellas etc. Y no facilitaría la existencia a los ciudadanos, creo yo. Pero todos los indicios (síntomas) apuntan a que no, Lástima. Está visto que vamos a precisar el auxilio de médico, el Dr. House preferiblemente al Dr. Frankenstein.
Normalmente soy muy escéptico respecto a las analogías que se hacen de la ciencia, física sobre todo, con otras disciplinas, porque tengo la sospecha (poli malo) que a menudo se deben a querer “darse tono” a querer impregnar de legitimidad gnoseológica esa área. Y respecto a las comparaciones con el terreno político, ¡más aún! Yo acabo de hacerlo, con el Monstruo/astronomía ptolemaica, y nuestro Frankenstein/gobierno; ateniéndome a mis propios postulados no le otorgo gran valor para la gestión/administración gubernamental. Pues sí, ha sido ante todo una especulación (no con acciones de firmas) teórica, de diletante, y que está permitida en un país democrático; además sirve para generar neuronas o establecer nuevas conexiones entre ellas, muy importante en ciertas edades. Pero sí, espero que algo ilumine, aunque el faro (astronomía copernicana) esté a muchas leguas.